Ya nos podemos aplicar las cremas más caras y los mejores sérums (sueros) del mercado que, como nuestra piel no esté limpia, estamos perdiendo producto, dinero
y nuestro tiempo.
La limpieza de la piel es lo más básico y fundamental de
nuestro ritual de belleza, y muchas veces lo que más descuidamos. Vamos a ver unos sencillos pasos para realizarla
correctamente:
1.
Debemos elegir una crema limpiadora que se adapte a
nuestro tipo de piel, al igual que lo hacemos con los demás productos de
belleza. Las tenemos de varios tipos: tipo leche, aceite, jabonosas, bifásicos…; en el siguiente post hablaremos de ellas.
2.
La limpieza se debe de realizar dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche, aunque no estemos maquilladas. Por la noche es
fundamental ya que acumulamos la suciedad de la calle, todo lo que tocamos, la
contaminación, el sudor, restos de maquillaje… ¡Pero igual de importante es por
la mañana! Durante la noche eliminamos toxinas, también sudamos y estamos en
continuo sobeteo con la almohada; si os pasárais un algodón por la mañana os
sorprendería el resultado. ¡El algodón no engaña!
3.
¡Lavarse la cara sólo con agua no basta! ¿Qué
pasaría si nos lavásemos el pelo en la ducha sin champú? Que seguiría sucio... Lo
mismo nos pasa con la limpieza de la cara, es fundamental utilizar un producto
específico, ya que nos ayuda a eliminar toda la suciedad acumulada y células
muertas.
4.
El agua no debe estar ni muy fría ni muy
caliente, y, para una vez aclarado el desmaquillante, recomiendo que tengáis vuestra
propia toallita de lavabo para secar el exceso.
Después del desmaquillado se aplicaría el resto de
productos, con el siguiente cronograma de uso:
Desmaquillante -> Tónico -> Sérum/Suero ->
Crema -> Contorno de ojos (el contorno puede ir antes o después de la
crema)
Y, por último, repasemos lo errores más comunes y que
debemos evitar a la hora de la limpieza:
- Jamás nos iremos a la cama con la cara
maquillada. Este es el error que todas conocemos y que todas hemos cometido
alguna vez. Es fundamental retirar el
maquillaje antes de irnos a la cama, ya que este tapona nuestros poros y no deja que nuestra
piel respire. Este es uno de los motivos de la aparición de los indeseados
granitos.
- ¡No al jabón lagarto/ jabón de manos/ jabón de
ducha! Sí, os puede parecer una barbaridad, pero a día de hoy lo sigo
escuchando. Cada uno de estos productos tiene su labor y esa labor no es limpiar
la piel de nuestra cara. Vale que el jabón lagarto no tiene perfumes, es el más
natural…, pero lleva sosa cáustica, un componente químico muy agresivo.
- Retirar el desmaquillante con agua y no con
algodones. El algodón solo retira el exceso de producto, la mayoría de
limpiadoras necesitan emulsionarse con agua para eliminar la suciedad.
Con estos sencillos pasos y un poco de rutina tendréis vuestra
piel limpia y preparada para la aplicación de serúm, crema, contorno…
“Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo, y de hacerlo bien.”
Pitágoras.
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